Estefanía Jiménez
Respirar un aire con aroma a dulce hirviendo, sentir que este mismo pasa por tu garganta, sintiendo sed y un dulzor exagerado. El calor que aquí existe es cálido, como el de una manta cubriéndote la cara para que todo pueda formar parte de una aventura. El sol encandila, pero eso no arruina el paisaje, por lo contrario lo eleva, da una visión majestuosa para que forme parte de algo más.
Puestos, empresas, gente, botellas, galones, pachitas (botellas pequeñas, de bolsillo), vasos y muestras invaden la calle principal, entrar al pueblo es cambiar completamente de visión, las personas que van pasando todas están encantadas por el olor a mezcal, a alcohol, olor a Tequila.
Así es, Tequila, el pueblo mágico, donde se encuentran las historias de un dragón, donde el aroma sabe a licor, y el licor sabe a la vida. Un lugar que no es del todo pintoresco, mas sin embargo es radiante y hermoso. Su calle principal es la más grande de todas; la glorieta de la tequilera, es el inicio de sus tierras, una figura que aparenta ser una mujer pero que profundamente es una diosa. Tequila, se inscribe en el pasto de la primer glorieta, que está al paso de grandes tequileras.
Al llegar al centro encontraran un monumento de tres jimadores, los cuales son las personas encargadas de cortar (jimar) las piñas del maguey, para después llevarlas al proceso de creación del tequila o el destilado de agave.
Antes de la plaza principal y la iglesia, se encuentran dos mercados, el de comida y el de la verdura uno frente al otro, los cuales llevan por nombre a dos personajes de Tequila, uno de ellos el señor Javier Sauza, de quien la mayor parte de la gente en Tequila habla, por todas sus buenas acciones para con el lugar.
El primer punto que visitamos fue el museo de los abuelos, en donde se encuentra la historia de la familia Sauza, una de las primeras familias tequileras del lugar, esta pasó por tres generaciones y actualmente está a cargo de los nietos del último Sauza en recibir la empresa directamente.
Al entrar, esta una carroza con las tres presentaciones del tequila los abuelos, también conocido como tequila la fortaleza, del lado derecho se encuentra una gran carreta con barriles, los cuales representan la forma en que se añeja o guarda el tequila, para después pasar a la presentación embotellada. Al centro se encuentra una fuente, la cual hace juego con toda la decoración de la casa. En lo que se centra el museo, es en dar una visión de quienes fueron las personas de esta familia, lo que hicieron y los reconocimientos que tuvieron, posicionando a Tequila, en países europeos, Canadá y Estados Unidos.
Las guías del museo, cuentan la historia de los Sauza de una forma tan apasionante, que en verdad crees que ellos son los pioneros en posicionar no solo a Tequila, sino también al Tequila como tal en el resto del mundo. Una habitación llena de fotografías, las cuales visten toda experiencia, la cual llego a ser la copa francesa de las bebidas, dando al tequila una categoría de clase alta.
Saliendo de este lugar caminando en la calle que cruza a la iglesia principal, podemos ver unos equipales, en donde venden comida, helados y como es de esperarse Tequila, también aquí representado por el tequila de la familia Sauza, como principal tequila en venta.
Dos cuadras más bajando por la calle que cruza con la capilla, llegaran a la finca Sauza, donde se encuentra un restaurant, y frente a este la fábrica de tequila “La Fortaleza” en la cual se puede apreciar el proceso que tienen para realizar sus diferentes tipos de Tequilas, también conforme el paseo, te ofrecen pruebas de las presentaciones que tienen del Tequila, explicando las diferencias que tienen y la forma exacta de tomarlo.
“inhalar el olor del Tequila, paladearlo, tomarlo y soltar el aire mientras pasa por la garganta, así se sentirá el sabor dulce y cortante del Tequila, sin sentir que solo corta”
Dentro de la finca se puede apreciar un mural de la historia del Tequila, desde sus orígenes con los indios, los cuales hacían rituales con el licor que desprendía el agave, pasando por la conquista, hasta llegar a la fiesta, donde explica los estados o emociones que presenta una persona al beber Tequila: la felicidad, la desdicha, el romanticismo y la ridiculez.
También dentro de la finca se encuentran los cerditos, que el año anterior (2016), representaron la exposición “tocinarte”, la cual fue exhibida en el municipio de Tlaquepaque.
Para comer podemos encontrar infinidad de lugares, pero aquí y en todo Jalisco, la birria es uno de los platillos más típicos, dignos de comerse en cada lugar que se visita. En tequila, está la birria, elaborada con el proceso tradicional, con la excepción de que su carne es de res y no de borrego.
Al ver el plato servido, se siente una salivación excesiva, así como si no hubieses bebido es la forma en que comienzas a preparar tu plato, un poco de cebolla, tortilla con frijoles, y como para todo buen platillo mexicano, unos cuantos limones para darle un toque inigualable al paladar.
Acompañado de un buen caballito de tequila o una cazuela (jugo de toronja, naranja limón y tequila) la birria es uno de los placeres culinarios más grandes de Jalisco.
Para terminar el día, y observar lo bonito que puede ser Tequila desde lo alto, llegamos al mirador, donde se aprecia el paisaje de lo que las tierras de este municipio tienen para ofrecernos. Una sola visita no es suficiente para ver las grandiosas cosas que tienen en este lugar. El cielo resplandeciente nos despide de una manera mágica, con la ilusión de volver a cruzar aquella carretera y volver.
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juanito (miércoles, 26 abril 2017 00:32)
que kul esta esto
Tavo (miércoles, 26 abril 2017 22:06)
Después de leer muero de ganas de un plato de birria y un par de caballitos
Itziha Alejandra (miércoles, 26 abril 2017 23:02)
Vamos a visitar Tequila!!! Y claro comer birria.
Arturo (miércoles, 26 abril 2017 23:58)
Fugaaa por unos shots y una olla de birria!! :P
GABY RDZ (jueves, 27 abril 2017 07:08)
LUGAR HERMOSO DE CALIDAD Y CALIDEZ HUMANA....VAMOS A TEQUILA PUEBLO MAGICO!!!!!